Herida de la infancia 2 – Rechazo
Bienvenida al blog nuevamente, hemos estado hablando de las heridas de la infancia y ahora le tocó a la herida de rechazo, regálate unos minutos de introspección.
La herida de rechazo se genera como todas las demás en la infancia, y considero que es importante primero conocer su significado.
Rechazo, es el retroceso que hace un cuerpo por encontrarse con alguna resistencia. Así que, en el contexto de las heridas de la infancia cuando existe el rechazo huimos de nuestra propia existencia debido a la hostilidad que percibimos del ambiente, puede presentarse desde el vientre materno que es dónde se recibe información del medio, los sentimientos y emociones que vive la madre se transmiten directamente al hijo, el rechazo es la herida más profunda que hay ya que el bebé no comprende a nivel racional, solo siente caos y hostilidad y para el no hay paz ni armonía, siente rechazo respecto a su derecho de existir, el niño sentirá repudio al entorno y lo manifiesta llorando demasiado porque les cuesta trabajo adaptarse, a través de sus órganos de contacto como la piel generando alergias o bien, enfermándose y hay una tendencia a que sean problemas respiratorios como asma ya que las manifestaciones aún no serán a nivel racional pero tiene la necesidad de manifestarlo.
Esta herida es generada por el progenitor del mismo sexo ya que es quien nos enseña el amor a uno mismo además de enseñar cómo ser mujer u hombre a partir de su ejemplo. Como ya lo hemos mencionado en otros artículos, las heridas de la infancia se van heredando de nuestros padres, ellos las heredan de nuestros abuelos y así sucesivamente por lo que cuando los dos padres tienen la herida de rechazo hay dos patrones de comportamiento uno es ser padres ausentes y ensimismados en su mundo y el segundo es ser padres sobreprotectores y ser sobreprotector es una manera de transmitir rechazo y me preguntarás, ¿por qué transmite rechazo la sobreprotección si lo que se busca es proteger al hijo?
La madre o padre sobreprotector esconde algo y es muy posible que esconda un sentimiento de rechazo hacia el hijo y desea compensarlo sobreprotegiéndolo y al sobreproteger enseñan una forma de miedo a sus hijos, de manera que rechazarán el entorno y será incapaz de desarrollar fuerzas propias para enfrentar el mundo.
La máscara de la herida de rechazo es la huida, es decir, huir es el escudo protector para no contactar con el dolor del rechazo.
Los rasgos físicos. Cuerpo delgado, piel pegada al hueso, cadera y hombros angostos, partes del cuerpo sin desarrollar, poca masa muscular, es proclive a enfermedades respiratorias, en la piel, sistema digestivo, o rechazo a la comida. Decide sobrevivir a través de no ocupar mucho espacio en el mundo, podríamos decir que se contraen física y emocionalmente.
Las creencias que adoptan son dudar de su derecho de existir, no se exponen tanto, al huir busca adaptarse al medio y significa que no se dan derecho de ser ellos mismos, de niño vive mucho en la imaginación y fantasía y de adulto puede ser muy creativo o puede estar fantaseando todo el tiempo, son bien portados, nada ruidosos porque tratan de pasar desapercibidos.
Con frecuencia son personas comprometidas con sus objetivos y tienen una enorme necesidad de ser reconocidos, son perfeccionistas.
Los rasgos emocionales. En la vida adulta tienen dificultad para interpretar el amor como algo positivo y con las relaciones de pareja se sienten asfixiados por eso huyen del compromiso, su reacción ante el amor es rechazarlo, se alejan constantemente de alguien que los ame, no se apegan a cosas materiales para huir sin complicaciones. Con esta herida la autoestima se ve muy dañada sienten tanto pánico al amor que prefieren la soledad, restringen el rechazo con el sexo opuesto, llegan a tener ataques de ansiedad y pánico.
Los daños colaterales de tener la herida de rechazo son, perderse de su niñez y quieren madurar rápido porque creen que así serán menos rechazados, se sienten juzgados si se equivocan y aunque se comprometen con sus objetivos, la realidad es que huyen de sus logros, los sabotean de alguna manera, incluso inconscientemente por ejemplo, pueden trabajar con dedicación para lograr un objetivo y cuando están a punto de lograrlo su miedo es tan grande que se convierte en pánico y aunque el miedo es inconsciente, su cuerpo busca la manera de correr del reconocimiento a través de alguna enfermedad o malestar físico y con esto escapa bien librado de la situación.
Es muy contradictorio con esta herida que se tenga una necesidad enorme de reconocimiento y a la vez se resistan, si te has identificado con esta herida debes saber que lo que la alimenta aún más es rechazar tus cualidades, tus capacidades, tu derecho de pertenencia, de ser vista y de SER IMPORTANTE, ten en cuenta que siempre que alimentamos la herida nos estancamos y quedamos exhaustas.
El antídoto para la máscara de rechazo es COMPROMETERTE CONTIGO, para aceptarte y respetarte tal y como eres, manifestar tus ideas y validarlas, date tu derecho de existir, de ser vista, nutre tu cuerpo físico, emocional y espiritual, escucha tus necesidades y respétalas, eres la persona más importante de tu vida, confía en tus capacidades, si te has sentido identificada con esta herida comienza con algo aunque sea pequeño día a día, por ejemplo, acepta todas las muestras de cariño que te den, mensajes, cumplidos, felicitaciones por tu trabajo o por cualquier situación, deja que en tu cumpleaños compren ese pastel se tú el motivo del festejo, permítete saber si te incomoda o conmueve ser reconocida, eso te dará la pauta para que decidas que quieres hacer con lo que te diste cuenta.
Iniciar tu proceso de transformación personal siempre será la mejor inversión que hagas. Espero que la información plasmada brinde luz a tu vida, nos leemos en el siguiente artículo para hablar de la herida de humillación, deja tus comentarios, será un gusto responderte.
Conoce a quien escribe!
Gabriela Espinosa – tengo 33 años, soy soltera, mi formación profesional es en Licenciatura en Administración con énfasis en Gestión de Capital Humano en el Instituto Tecnológico de San Luis Potosí y en el 2017 estudié la Maestría en Desarrollo Humano en la Universidad Champagnat, durante 10 años colaboré con empresas de consultoría en el área de administración y finanzas y como director de Capital Humano. Actualmente contribuyo a la sociedad como profesionista independiente, soy fundadora de Renace, Acompañamiento Emocional, soy distribuidor autorizado de Young Living Essential Oils y embajadora de copas menstruales Agelcup en SLP. Mi anhelo más grande es formar
una familia y vivir de mi emprendimiento para pasar tiempo de calidad con mi familia.
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